Quienes se dedican al sector restaurantero, han visto en los últimos 12 meses duplicarse los precios de la canasta básico y como consecuencia, se han visto obligados a incrementar el precio de sus platillos finales, mientras que otros, modifican su menú o reemplazan cierto tipo de carne por otras.
Eduardo Gutiérrez, un joven emprendedor que inició su negocio durante el año de la pandemia (2020), asegura que la cuestión económica ha empeorado y no por la crisis sanitaria, sino por la inflación, la cual ha duplicado y en algunos casos, triplicado el precio de los productos comestibles.
Ante ello, ha tenido que aumentar de cinco, 10 o hasta 15 pesos el costo de sus platillos, pues ha preferido hacerlo, en lugar de bajar la calidad de éstos.
"El tomate está en 28 el kilo cuando anteriormente estaba en 16, 15, por temporada lo suben más, aceite, huevos? compraba mil 100, mil 200 una gran despensa, ahora son 2 mil".