De acuerdo a prestadores de servicios turísticos, jóvenes lacandones, integrantes de un cártel, se encuentran en la entrada a la zona arqueológica de Bonampak, y cobran derecho de piso; los guías y choferes saben quiénes son esas personas porque antes trabajaban en la zona, ahora se involucran y están armados como parte de los grupos de control.
Herbert Castellanos, propietario de Anfitriones Turísticos de Chiapas (ATC), dijo que durante cuatro décadas habían tenido diversos problemas, pero lo que ocurre hoy en las zonas arqueológicas de Bonampak y Yaxchilán es inédito.
Si el turista visita la comunidad de Lacanjá, donde se ubica la zona arqueológica de Bonampak, cruza una caseta donde cobran 40 pesos por persona. Esas cuotas están aceptadas, lo mismo que las de ingreso a la zona arqueológica que aplica el Instituto Nacional de Antropología e Historia, lo grave ahora es que a partir de enero exigen 150 pesos más y mil pesos por vehículo, lo hacen de forma agresiva porque están armados, y así se ahuyenta el turismo.
En la zona arqueológica de Yaxchilán, en la zona Lacandona, no se puede ingresar desde el 12 de octubre, por la presencia de grupos criminales que pretendían cobrar derecho de piso, los pobladores de Frontera Corozal determinaron que no permitirían el paso a extraños y que se suspendían las corridas turísticas, lo que obligó a cerrar los hoteles, cuyos dueños son cooperativas además de pequeños restaurantes
Cabe señalar que Bonampak ni Yaxchilán están cerradas oficialmente; el problema social y la inseguridad dificultan visitar esos destinos, las pérdidas para los diversos prestadores de servicios son considerables, puesto que, al no haber turistas, guías, lancheros, restauranteros y hoteleros, no cuentan con alguna fuente de ingreso