Pese a que leer es un derecho humano, que obliga a bibliotecas a contar con ejemplares en sistema braille, audiolibros y otros formatos para que sean accesibles a las personas con discapacidad visual más del 60 por ciento de los libros son inaccesibles.
La Ley Federal del Derecho de Autor considera excepciones para la reproducción de materiales en formatos accesibles para estos usuarios de ahí que las bibliotecas son pieza clave para eliminar las barreras del derecho de autor que impiden a las personas con discapacidad acceder al texto impreso.
El Centro Cultural Jaime Sabines, ofrece algunas lecturas y cursos para este sector de la población, sin embargo, el porcentaje de textos en braille es aún menor.
Especialistas consideran primordial que se trabaje de manera coordinada con autoridades para asegurar la existencia de estos formatos accesibles, tales como el braille, ya que por su uso también se desgastan.
"Las personas con discapacidad visual también tenemos que tener una línea de reciclaje a diferencia de un libro en tinta a un libro en braille, el braille se va desgastando con el tiempo, se va a perdiendo y vasta con perder una parte ya no es útil."