Durante la temporada decembrina, es común que niños y adultos festejen con fuegos artificiales, sin embargo, el uso de estos productos a base de pirotecnia puede causar desde accidentes en el hogar y hasta daños físicos en las personas.
En México se estima que el 14 por ciento de las lesiones por fuegos artificiales se producen en los ojos, generando un trauma ocular, el cual se define como una lesión provocada por golpes, cortes o quemaduras, que causan daño en el ojo y sus estructuras periféricas, provocando en el peor de los casos deterioro visual o ceguera.
Aunque algunas lesiones son más evidentes que otras, los traumas oculares requieren atención médica urgente, sobre todo tratándose de quemaduras, por lo que no se debe aplicar ningún tipo de remedio casero, medicamento o intentar curar la zona afectada en casa.
El uso de fuegos artificiales es un riesgo no sólo para quienes los manipulan, toda vez que el 65 por ciento de las personas lesionadas por la pirotecnia fueron simples espectadores, siendo niños y adultos jóvenes quienes tienen una mayor probabilidad de sufrir de un trauma ocular por quemadura.