El caso de la "Estafa Maestra", de acuerdo a especialistas en temas de corrupción y lavado de dinero, no es más que un esquema organizado de corrupción y "ceguera intencional" que permitió el desvío millonario de recursos y en dónde participaron 11 dependencias, 186 empresas fraudulentas y ocho universidades, entre ellas, la Universidad Politécnica de Chiapas y la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH).
En este tenor, la FGR señaló que de los 27 contratos que presentaron irregularidades y que constituyeron la acusación contra Rosario Robles, uno fue firmado por ella al frente de la Sedesol. En dicho contrato significó un posible daño al erario de 60 millones 952 mil 400 pesos que fueron pagados a la Universidad Autónoma de Chiapas por trabajos que no fueron realizados.