Rafa se queda solo en el techo del mundo.

Con valentía y determinación, Rafael Jaime Jaramillo se encuentra a solo unos pasos de convertirse en un referente en el deporte del alpinismo. A pesar de las adversidades, su cuerpo luchando contra el colapso, sigue adelante en la asombrosa aventura de escalar el monte Everest. Hace una semana, una infección estomacal amenazó con detener su camino, pero Rafael se recuperó rápidamente, demostrando su resiliencia sin límites. Sin embargo, hoy es Omar Álvarez quien entiende que su cuerpo no puede soportar más.

A pesar de los desafíos y las incertidumbres, la decisión de continuar se ha tomado. La "cordada a oscuras" sigue avanzando hacia la cumbre, un logro en el que han trabajado arduamente. Ahora, Rafael estará acompañado por su valiente Sherpa, lo cual, comprensiblemente, mantiene a su familia en Durango en vilo y llena de emotivas expectativas. La "Cordada a Oscuras" en un proyecto que desde hace años Omar y Rafa han establecido con el fin de hacer conciencia y recaudar fondos para ayudar a Asociaciones que apoyan en le lucha contra el cáncer. Hay que recordar que Rafa se ha enfrentado en dos ocasiones a esta enfermedad, en la primera le extiraparon el ojo derecho y en la segunda el ojo izquierdo.

En este momento crucial, en el umbral de la historia, Rafael Jaime Jaramillo está a punto de hacer historia y convertirse en el primer ciego latinoamericano en alcanzar la cumbre del techo del mundo. Este logro extraordinario podría tener lugar la próxima semana, y todos aquellos que hemos seguido sus hazañas somos testigos de su coraje y determinación.

Don Rafael, padre de Rafa Jaime, sabe muy bien que las grandes empresas y proezas se llevan a cabo superando todos los obstáculos. Por esta razón, solicita a todos los que seguimos los pasos de su hijo que oremos por ellos, brindando nuestro apoyo inquebrantable en estos momentos cruciales.

Rafa Jaime sabe que cuenta con el respaldo y el aliento de todos nosotros, y es consciente de la gran fuerza que lo impulsa en su búsqueda de esta gesta. Cada paso que da en las alturas de la montaña más imponente del mundo es un testimonio de su fortaleza y perseverancia, un ejemplo inspirador para las generaciones presentes y futuras.

Mantengamos la esperanza en nuestros corazones y la certeza de que en Rafael Jaime Jaramillo se construye una leyenda viva. Estamos a punto de presenciar un hito sin precedentes, donde la discapacidad no es un obstáculo insuperable, sino un trampolín hacia la grandeza.