Robo de arte sacro uno de los negocios más lucrativos
El robo y tráfico de arte sacro es uno de los negocios ilícitos más lucrativos del mundo. En los últimos 10 años se han registrado unas 200 denuncias en México, que ni siquiera se aproximan a la realidad, y las ganancias son desconocidas porque este delito no es reportado o es clasificado por las autoridades en campos incorrectos.
Esta práctica ilegal inició en los años 90 del siglo pasado para financiar al narcotráfico, y hasta el presente las denuncias por venta de arte sacro son mínimas, no hay datos reales, lamentó Mario Nandayapa, investigador.
En 2009 la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) informó que el comercio ilegal de estas piezas en América Latina ascendía a 20 millones de dólares mensuales.
"Hay obras que se han vendido hasta en 40 millones de pesos, dependiendo el período la firma que se tiene, regularmente son oleos y platería mucha platería aquí en Chiapas se perdió mucha platería."
Es una cadena de eventos que se vinculan con una industria que deja grandes ganancias al crimen organizado, mientras que las comunidades pierden piezas con un importante valor cultural, artístico y religioso.
"El que había propuesto originalmente un catalogó fue Jorge Olvera que creo la escuela de artes plásticas era arquitecto, arqueólogo y pintor el dejo un registro fotográfico, publico un libro que se llama la platería en Chiapa, y si nosotros vemos ese libro de la platería de Chiapas de 1950 y lo comparamos con lo que tenemos ahora vamos ha ver que habido un hurto aproximadamente del 80 por ciento."
De acuerdo a los expertos la compra-venta del arte sacro ocurre en un círculo muy específico, principalmente galerías para la sobreventa y coleccionistas que se asocian a particulares y museos.
Algunos museos propician el tráfico cuando pretenden formar o incrementar sus colecciones sin importar de qué manera.
Lamentablemente la falta de un marco normativo impide incluso exigir la recuperación y frenar el tráfico.
En esta cadena el narcotráfico encuentra un modo de lavar dinero, al adquirir estos bienes de alto valor, al tiempo que conforman una colección exclusiva.
