Organismos de defensa de los derechos humanos de migrantes en Tapachula, refieren que miles de personas de Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala han entrado al país con la ayuda de polleros.
La mayoría por la ruta del migrante, por la carretera Panamericana, desde el municipio de Suchiate hasta Arriaga.
Sin embargo, hay otras cuatro más por donde las bandas trafican con migrantes:
La ruta del Mar, la de las Presas, la región indígena y la zona de la selva colindante con Tabasco.
En la ruta del Mar, el crimen embarca a migrantes en las inmediaciones de Ayutla o Tecún Umán, en Guatemala, para luego dirigirse por todo el litoral mexicano a bordo de lanchas tiburoneras, e internarlos en el municipio de Arriaga, Chiapas.
Por la ruta de las presas, quienes buscan el sueño americano entran por Frontera Comalapa, caminan la sierra hasta Ángel Albino Corzo, desde donde son trasladados en lanchas por la presa La Angostura; llegan a Chicoasén, posteriormente a Malpaso y por último a Peñitas, desde donde se estima que los llevan a Veracruz.
"Estas son mafias internacionales son mafias que tienen que ver desde los países donde tienen la salida los migrantes."
Rutas recientes han aparecido en la zona indígena del estado principalmente en la Mesilla de Frontera Comalapa; quienes resultan enganchados rodearán por caminos vecinales de La Trinitaria para llegar a San Cristóbal de las Casas para de ahí recorrer la carretera libre hasta el crucero de El Escopetazo.
"Las rutas son todas las de la carretera, por ahí pasan a veces, utilizan caminos de extravió, a veces utilizan rutas alternas".
La ruta, más conocida, es la de Petén, Guatemala, pasa por Marqués de Comillas, Palenque y Playas de Catazajá, en Chiapas, para después abordar a La Bestia, para llegar a Tabasco y viajar a Veracruz.