Migrantes centroamericanos han cumplido 13 días a la espera de que se agilicen sus trámites en el Instituto Nacional de Migración, en la Estación El Cupapé en Tuxtla Gutiérrez.
Han realizado protestas, han bloqueado el Libramiento Norte al oriente de la capital chiapaneca, pero no les dan respuesta. El viernes autoridades de Seguridad Pública, dialogaron con los inconformes para que abrieran el paso, pero hasta este lunes a ningún migrante le han dado la visa humanitaria o un salvoconducto para transitar por suelo mexicano.
Duermen en la calle de la delegación del INM, se alimentan de mangos del parque del oriente y no cuentan con recursos para permanecer en Chiapas.
A finales de abril, fueron trasladados desde Tapachula a Tuxtla Gutiérrez, con la promesa de que sus trámites se agilizarían pero han pasado más de dos semanas y siguen varados.
Héctor, de 35 años salió de Nicaragua, desde hace 32 días, vendió sus cosas para pagar el viaje con rumbo a Estados Unidos y se quedó atrapado en una celda, ha cruzado la selva, y atravesado varios países, para llegar a Norteamérica y darle una mejor calidad de vida a su esposa y dos hijos, pero no lo ha logrado.
El sueño americano para Héctor es más bien una pesadilla. Sin embargo, no contempla volver a su país.