Propuesta de reforma laboral en la que se pretende reducir las jornadas de 48 a 40 horas a la semana, tiene sus pros y contras, aseguran especialistas.
Para el sector empresarial, esta reforma sería perjudicial, ya que impactaría de manera negativa en su productividad, en donde para tener los mismos resultados, tendrá que solventar gastos para el pago de horas extras, así como dividir jornadas o en el peor de los casos, reducir la plantilla laboral.
Por otra parte, la ventaja para las y los trabajadores, es que se les seguirá pagando la misma cantidad pese a que van a laborar menos horas, pues en México, el pago a trabajadores no es por horas, sino por jornadas.
Sin embargo, esto todavía no es una realidad pues esta propuesta sólo ha sido aprobada en comisiones, pero aún está pendiente la aprobación más importante: la del Pleno de la Cámara de Diputados y Senadores. Para que entre en vigor, la reforma requiere el respaldo de dos tercios de los legisladores o una discusión abierta.
"La realidad de nuestro país es que necesitamos mayor tecnología para que pueda descansar el recurso humano sin que la producción se vea afectada, pero si de entrada, seguimos teniendo jornadas completas, lo único que estamos haciendo es fraccionar el trabajo para los mismos resultados".