A pesar de su gran tamaño y que puede llegar a pesar hasta 250 kilogramos, el tapir es una de las especies en Chiapas que corre un riesgo de desaparecer, debido a la destrucción de su hábitat natural y la cacería ilegal que se emplea para su consumo, comentó Pedro Aguilar Aragón, curador general de Fauna Silvestre en el Zoológico Regional "Miguel Álvarez del Toro".
Se trata, dijo, del mamífero más grande que se tiene en las selvas tropicales de la entidad. Son ejemplares importantes para los ecosistemas, ya que van diseñando la estructura de los bosques.
A lo largo de su territorio van consumiendo hojas y recogiendo algunos frutos; en consecuencia, durante su recorrido van defecando lo que comen y eso provoca que la vegetación se renueve y crezcan nuevas plantas.
El curador relató que muchos de los árboles han evolucionado a la par del tapir, es decir, se requiere que los frutos pasen por el sistema digestivo del animal para quitarles algunas capas y puedan germinar de forma adecuada. Cuidar a esta especie, remarcó Aguilar Aragón, es también proteger la biodiversidad.
Los bosques están representados en sitios como la Sierra Madre de Chiapas (en la Reserva El Triunfo), también se pueden ubicar en La Sepultura, pero las poblaciones más amplias y saludables se encuentran en Montes Azules.
La situación actual que enfrenta la especie es preocupante y está al borde de la extinción. El animal es perseguido y cazado, incluso hay malas prácticas asociadas a la captura de las crías para crecerlas y después consumirlas.
Se trata de ejemplares que requieren de un espacio amplio para vivir y consumen vegetales a lo largo del día. Son muy sensibles a la perturbación humana y eso hace que cada vez estén en zonas más alejadas.
Al interior del ZooMAT se cuenta con un programa de conservación y reproducción del tapir, y en la estrategia se involucran a varios zoológicos (el León, Chapultepec y Xcaret) para que las crías puedan hacer un papel de embajadores para mostrar a la sociedad la necesidad de preservarlos.
"Son préstamos reproductivos, los animales viajan con esta función; las crías se quedan algunas veces en los parques donde son recibidos, siempre siendo parte de la colección del ZooMAT", explicó.
La reproducción del tapir es compleja; la gestación es de 13 meses y solo dan una cría, la cual requiere del cuidado materno a lo largo de un año y medio. Su tasa reproductiva dentro de su espacio natural es baja.
En el Zoológico Regional "Miguel Álvarez del Toro" se trabaja con la tapir "Gaby" mediante un programa reproductivo natural, pero también se están realizando trabajos de investigación para hacerlo de forma asistida, es decir, en vez de mover animales de un lugar a otro solo se trasladarían células germinales para inseminar.
En el mundo existen cuatro especies de tapir y tres de ellas se encuentran en América. El centroamericano se distribuye desde México hasta Colombia, los cuales pueden llegar a pesar 250 kilos y viven unos 30 años bajo cuidado humano.