De acuerdo a la Comisión de Seguridad de habitantes de Tila, la situación de inseguridad no ha cambiado tras el retorno del 60 por ciento de los desplazados, pese a existir presencia de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano, las personas están en su casa, pero la mayor parte está encerrada.
Las actividades son mínimas, sólo el 25 por ciento de los comercios están abiertos, y éstas actividades son por la mañana, después de las dos de la tarde, Tila se convierte en un pueblo fantasma, las clases fueron suspendidas desde el pasado 4 junio, y los maestros de los diferentes niveles educativos, ya dieron por terminado el ciclo escolar.
El transporte público opera de manera regular, y brigadas de la Comisión Federal de Electricidad se encuentran en el lugar, atendiendo los problemas que hay de cortes de energía eléctrica, todo esto lo originaron los hechos violentos al enfrentarse integrantes de los grupos denominados "Los Autónomos" y "Karma".