Ramas, botes de plástico, aluminio, neumáticos y un sinfín de envolturas, son los desechos orgánicos e inorgánicos que el agua de lluvia arrastra y como consecuencia llegan a parar a la vía pública y tapan alcantarillas y registros de agua potable.
Todos estos desechos son provocados por la misma ciudadanía, quienes hacen mal uso de contenedores y tiran la basura en las calles.
Aunque los contenedores que han instalado en toda la ciudad capital no indican separación de residuos orgánicos e inorgánicos, biólogos en la entidad, mencionan que no es necesario esperar una indicación para ello, pues toda la población, puede hacerlo de sus hogares y reducir el número de basura para evitar que los contenedores se vean rebasados, entre otras acciones.
"La educación, la investigación, pero acciones tangibles, desde la política pública hay que impulsar estrategias que lleven a cabo, por ejemplo de separación de residuos, reducir la cantidad de energía eléctrica, hubo una estrategia de cambiar luminarias, eso es correcto".