El candidato presidencial republicano Donald Trump ha propuesto un plan que busca incentivar la compra de automóviles fabricados en Estados Unidos
En un mitin realizado en Carolina del Norte, Trump anunció que, de ser electo, hará que los intereses de los préstamos para automóviles sean completamente deducibles de impuestos, pero solo si los vehículos son producidos en el país. Esta medida se presenta como parte de su estrategia para atraer a los votantes en las semanas previas a las elecciones del 5 de noviembre.
Trump explicó que esta deducción se asemejaría a la deducción por intereses hipotecarios, permitiendo a los contribuyentes restar los intereses pagados en sus préstamos automovilísticos de su ingreso imponible. Este enfoque no solo busca beneficiar a los consumidores, sino también proteger y fomentar la industria automotriz nacional al hacer más atractiva la compra de vehículos fabricados localmente. La propuesta se enmarca dentro de un contexto más amplio donde Trump ha enfatizado la importancia de revitalizar la manufactura estadounidense y reducir la dependencia de productos importados, especialmente de fabricantes chinos.
La carrera presidencial entre Trump y la actual vicepresidenta demócrata Kamala Harris se intensifica, con encuestas que indican una competencia cerrada
Ambos candidatos han estado haciendo promesas económicas para captar el apoyo del electorado. Harris ha propuesto una rebaja fiscal para la clase media y ha expresado su apoyo a la eliminación de impuestos sobre las propinas, mientras que Trump ha abogado por recortes fiscales relacionados con las horas extraordinarias trabajadas. Cualquier cambio en el código tributario requeriría la aprobación del Congreso, lo que añade un nivel de complejidad a estas propuestas.
Según analistas, este tipo de incentivos podría ayudar a contrarrestar la competencia extranjera, especialmente de fabricantes chinos que han aumentado su presencia en el mercado estadounidense. La estrategia de Trump incluye no solo incentivos fiscales sino también medidas comerciales más amplias para frenar las importaciones que puedan perjudicar a los fabricantes locales.
Algunos expertos económicos ven con buenos ojos el intento de estimular la economía local y crear empleos en el sector manufacturero. Sin embargo, otros advierten que depender excesivamente de incentivos fiscales puede llevar a distorsiones en el mercado y afectar negativamente a los consumidores si no se implementa con cuidado