El uso de los dispositivos electrónicos por las y los menores durante largas horas al día, perjudica su desarrollo y les ocasiona problemas de conducta, trastorno de sueño e incluso problemas de depresión infantil y ansiedad, con riesgo de generar adicción en casos extremos.
Y aunque actualmente, es casi inevitable no utilizar un teléfono celular o una tableta, médicos recomiendan que, si la o el menor aún no acude a la escuela, el uso de los dispositivos móviles no exceda las cuatro horas a la semana, o bien, adultos quienes deban utilizarlos, no exceder los 120 minutos diarios, es decir, dos horas al día.
Sin embargo, los daños a la salud de población en general que usa de manera excesiva los aparatos electrónicos y pasa gran parte del tiempo viendo el monitor de su pantalla, pueden ir desde afectación en la retina, tortícolis, cervicalgia, afectación en el ciclo normal del sueño, hasta ansiedad.
"Interrumpe desde el aprendizaje porque no permite que el cerebro en cuestiones abstractas se desarrolle de forma adecuada en los niños que utilizan exageradamente estas tablas, que la imaginación no se desarrolle al grado tal que va a provocar una disrupción neurológica".