Vehículos con blindaje artesanal, conocidos como "monstruos", han sido usados por el crimen organizado en Frontera Comalapa, Chiapas, donde se libra una guerra territorial.
Los primeros tanques "monstruo" de los que las autoridades de México tuvieron conocimiento fue en 2010, fueron usados por Cártel del Golfo y Los Zetas.
A bordo de ellos el crimen organizado recorre rancherías e infunde temor en la población.
En más de una ocasión han protagonizado enfrentamientos con las autoridades en otro estado de la República Mexicana.
Estas unidades son usadas por cárteles de la droga para hacer una demostración de fuerza, ya que son grandes y pesados, lo que los hace difíciles de maniobrar y difíciles de esconder en cualquier territorio.