La señora María López, una mujer adulta a cargo de más de nueve menores (entre hijos y nietos) fue desalojada desde hace cinco meses de su zona de trabajo, la cual se encontraba fuera del Panteón Municipal, en donde vendía flores... pero hoy, se ha quedado sin espacio, sin producto y con problemas económicos que la han obligado a vivir en la vía pública.
La banqueta ubicada sobre la 13 Oriente entre 3a y 4a sur se ha convertido en su cocina, diariamente prende leña y cocina lo poco que haya conseguido para darle de comer a sus menores hijos y nietos.
Doña María, lo único que pide a las autoridades municipales es dejarla nuevamente ocupar el espacio en donde fue desalojada, pues señala que ella pagaba mensualmente -como desde hace 40 años- una cuota para que le permitieran vender en la zona. Fue así como sacó adelante a su familia, además de ser ésta la única manera que ella puede trabajar.