La Cuarta Transformación en materia de salud, tiene mucho por delante, sobre todo en Chiapas donde las carencias que existen en las comunidades, son palpables.
El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, chiapaneco por cierto, ha parafraseado incluso, el glorioso canto a Chiapas que a su letra dice "y cesarán las penas y llegarán nuevamente las horas serenas que prometen un feliz porvenir".
La atención a las comunidades más alejadas no sólo de Chiapas sino del país es la esperanza y la diferencia entre la vida y la muerte, porque en estas zonas en sus clínicas rurales no existe la innovación tecnológica que podemos encontrar en las zonas urbanas.
En Chiapas la infraestructura hospitalaria está más alejada de los usuarios, incluso se han hecho virales videos que dan cuenta de como habitantes de poblados lejanos sacan a sus enfermos en improvisadas camillas, elaboradas con palos, sábanas, hamacas, o cajas de cartón, recorren kilómetros en busca de atención médica.
En caso de una emergencia, el promedio para llegar a un sanatorio desde cualquier punto es de 69 minutos, revelan datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2018.
La historia es la misma siempre, no está garantizado el acceso a la salud para todos, medicamentos gratuitos tampoco, personal médico, de enfermería e infraestructura y equipamiento, simplemente no existe en las zonas marginadas.
"Pues realmente nosotros no habido, esa atención completamente porque vemos que no hay medicina en cualquier clínica, llámese rural, llámese aquí en la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez, tenemos que correr siempre con la enfermedad en las farmacias, casi nosotros no llegamos en los hospitales porque siempre nosotros acudimos siempre en las farmacias particulares."
En su oportunidad el director del Hospital Rural Ocozocoautla, José Luis Coello Ortiz, destacó que esta unidad médica es la más grande de los diez que tiene IMSS-Bienestar en la entidad, con 69 camas censables.
Con 36 años de existencia, el hospital cuenta con 277 trabajadores que otorgan atención médica a 329 mil personas que son derivadas de 95 unidades médicas rurales, de zonas como Tonalá, Cintalapa, Ocozocoauatla, Tuxtla y Copainalá.
Sin embargo, el Hospital Rural requiere personal de enfermería, servicios generales, conservación, químicos y algunos médicos especialistas; además de ropa hospitalaria, equipamiento médico, monitores de signos vitales, incubadoras, lámparas de quirófano y camas de hospitalización.
La falta de medicamentos se repite incluso en la zona urbana, en las ciudades donde se concentran los hospitales más importantes y con atención especializada.
"Ya me tocó una vez tener a mi mamá internada y había medicamentos que tenía que comprar, no siempre tienen todos los medicamentos y pues salir a comprarlo sino tiene dinero es una lata y una perdida de tiempo, más que uno tiene que estar al pendiente de su paciente para ver si le piden algo más, si le dicen algo más, entonces para mí no está de todo bien."
En Chiapas hace falta por parte de las autoridades un diagnóstico detallado de la situación en unidades hospitalarias y médicas, a fin de establecer acciones para dar cumplimiento a la disposición presidencial de garantizar el acceso a la atención y medicamentos gratuitos.