Veracruz, Ver.- En el marco del Jueves Santo, se celebró la Misa Crismal en la Catedral de Veracruz, una de las ceremonias litúrgicas más significativas de la Semana Santa. La celebración fue presidida por el obispo Carlos Briseño Arch, quien encabezó el rito de bendición de los santos óleos que serán utilizados durante todo el año en sacramentos como el bautismo, la confirmación y la unción de los enfermos.
Durante la misa, concelebrada por decenas de sacerdotes de la diócesis, se llevó a cabo también la renovación de las promesas sacerdotales. Este acto representa un momento de unidad y compromiso para el clero, al reafirmar su vocación y servicio a la comunidad católica.
La catedral lució llena de fieles que se dieron cita para ser testigos de esta ceremonia solemne, marcada por el recogimiento espiritual, el canto litúrgico y la participación activa de la comunidad. La Misa Crismal se convierte cada año en una ocasión especial para fortalecer los lazos entre los sacerdotes y sus feligreses, así como para celebrar la identidad del ministerio sacerdotal.
La liturgia, cargada de simbolismo y tradición, marca el inicio de las celebraciones del Triduo Pascual. Con ello, la diócesis de Veracruz da paso a los días más importantes del calendario litúrgico cristiano, con miras a la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.