Son cientos de toneladas de trozos de metal de desecho que son importadas por el puerto y se resguardan en los terrenos de APIVER que son ocupados para la producción de tubos de acero, y que están provocando un problema grave de salud pública.
En tres colonias de la zona norte de la ciudad de Veracruz; Miguel Alemán, Formando Hogar, y Virgilio Uribe, desde hace más de tres años, dejaron de tener problemas con el coque y ahora el terror es el polvo y partículas de metales férreos.
Esta sustancia vuela todos los días, y cuando hay norte se complica su situación. Las paredes de sus casas, son el testigo que muestran el polvillo rojizo.
Este polvo metálico está teniendo efectos en su salud, ya que muchos vecinos tienen problemas en la piel y en las vías respiratorias.
La iglesia de la Divina Providencia, también presenta afectaciones en sus paredes, y en cúpula con gastos de rehabilitación que superan los 40 mil pesos.
Pese a que ya se han interpuesto denuncias ante la Procuraduría Estatal del Medio Ambiente, no ha pasado nada.