Don Alfredo recorre todos los días los pasillos del panteón Jardín de la ciudad de Veracruz, su labor es cuidar el cementerio.
Desde hace más de 50 años ha trabajado en diversos panteones, en donde además de ser el vigilante, da mantenimiento a las tumbas e incluso ha exhumado cuerpos.
Afirma que en el camposanto se percibe una especial energía y que durante sus recorridos en la madrugada en compañía de los perros callejeros que habitan el panteón se ha enfrentado a sucesos inexplicables.
"Hay jna niña vestida de blanco que recorre el panteón, la han visto varios, pero en la madrugada en un pasillo al fondo se aparece"
Don Alfredo también ha sido testigo de algunos rituales que se realizan en el panteón.
A pesar de los sucesos paranormales a los que se ha enfrentado, don Alfredo dice tener gusto por su trabajo y afirma que desempeñará su oficio por muchos años más.