La inteligencia artificial ha transformado numerosos aspectos de la vida diaria y el ámbito educativo no es la excepción.
Sin embargo, en la educación, esta tecnología presenta una serie de desafíos significativos para los docentes, especialmente en lo que respecta al uso y la evaluación de los estudiantes.
Uno de los mayores retos es la falta de capacitación adecuada. Muchos maestros no están familiarizados con las herramientas de "IA" o no tienen el conocimiento técnico necesario para utilizarlas de manera efectiva.
La implementación de programas de formación continua y accesible es crucial para que los facilitadoras puedan comprender y aplicar estas tecnologías en el aula, pero sobretodo estar al tanto en casos de plagio o copias que pudiera generar una inteligencia artificial.
En la era de la digitalización, las tecnologías de la información, educación y comunicación son una herramienta más que deben funcionar para facilitar y optimizar los procesos para los cuales fueron creados.
La inteligencia artificial tiene el potencial de transformar la forma en la que se imparten las clases, ofreciendo oportunidades para una enseñanza más eficiente y personalizada.
No obstante, para que esta transformación sea exitosa, primero hay que eliminar la brecha tecnológica y el rezago que se tiene en el sistema educativo mexicano, y lo más importante, dejar de pensar que las nuevas tecnologías son el futuro y comenzar a reestructurar el presente.