En México, la extorsión se ha convertido en un enemigo invisible pero devastador, un fenómeno que acecha tanto a pequeños negocios como a grandes corporaciones. Sin embargo este delito, más allá del flagelo comercial abarca aspectos de la vida diaria, como las llamadas telefónicas, y aunque existen leyes para castigar este delito, la falta de denuncias siempre es factor para que la impartición de justicia sea escasa o nula.
Durante 2024 los casos de extorsión a comercio en Veracruz se concentraron en los municipios siguientes:
Xalapa: 118 casos.
Veracruz: 63 casos.
Córdoba: 35 casos.
Coatzacoalcos: 32 casos.
Banderilla: 27 casos.
Orizaba: 23 casos.
Tuxpan: 22 casos.
Poza Rica: 17 casos.
Perote: 16 casos.
Emiliano Zapata: 15 casos.
A nivel nacional los estados más afectados por la extorsión son los siguientes:
Estado de México: 4,010 denuncias.
Veracruz: 881 denuncias.
Guanajuato: 801 denuncias
Nuevo León: 797 denuncias.
Jalisco: 588 denuncias.
En materia de extorsión digital y telefónica en estados como Veracruz todavía falta mucho por trabajar en torno de esta problemática con factores que en ocasiones no son considerados. La extorsión no solo repercute en una economía y sociedad de por sí afectada por diversos factores , sino que también destruye la confianza de los ciudadanos en sus propios entornos.
El miedo a denunciar, el temor a las represalias, y la sensación de impotencia ante un sistema de justicia a menudo ineficaz, son sentimientos comunes en las víctimas de este delito.