De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 3 de cada 10 adolescentes denuncian que han sufrido violencia en el noviazgo. En el caso de México, 76 por ciento de las jóvenes entre 15 y 17 años han sido víctimas de alguna clase de violencia como psicológica, sexual y física.
Las concepciones equivocadas sobre los roles de género, conduce a que muchas mujeres soporten por mucho tiempo a situaciones de violencia, adjudicándose incluso la culpa por los problemas que se dan en la relación.
Algunas conductas de abuso, incluso se vuelven difíciles de identificar para la víctima, por ello es importante mantenerse alerta.
Liliana Sánchez, psicóloga "pues que no hay una respuesta afectiva en cuanto a esa reciprocidad de lo que nosotros definimos como amor, no existe la comunicación como tal, no hay mucha atención, existe esa hostilidad por parte de una de las personas de la pareja, la persona afectada por lo general lo padece y siente un malestar obviamente significativo"
Con el paso del tiempo, estas conductas pueden producir dependencia y aislamiento, aunque en ocasiones no se perciben como agresivas o alarmantes, desarrollando una situación de vulnerabilidad.
Ante cualquier señal de violencia es importante tomar en cuenta que se puede salir de ella y recuperarse del daño provocado, por ello el primer paso es reconocer que se vive en un ambiente tóxico, posteriormente tomar la decisión para buscar un acompañamiento psicológico especializado.
Además, de no perder de vista que no hay provocación que justifique un comportamiento violento y que el amor, en ningún caso y bajo ninguna circunstancia, debe de doler.