La resistencia bacteriana es un tema alarmante que se mantiene en la agenda de salud mundial ya que este fenómeno ocurre cuando las bacterias desarrollan mecanismos que les permiten sobrevivir a la acción de los antibióticos, volviendo ineficaces tratamientos previamente efectivos. De no tomarse medidas efectivas para el año 2025 la resistencia bacteriana podría causas hasta 10 millones de muertes anuales a nivel global.
El uso indebido y excesivo de antibióticos, la prescripción errónea para infecciones virales, donde no son efectivos y la automedicación contribuyen significativamente al desarrollo de esta inmunidad que puede llegar a ser más mortífera que la pandemia del covid 19. En México, se han reportado bacterias multirresistentes en hospitales, el caso más sonado se dio en noviembre de este año cuando un brote de Klebsiella oxytoca fue inmune a múltiples medicamentos lo que significó la muerte de 17 niños en el Estado de México.
Luego del hermetismo del caso y tras darse a conocer de manera extraoficial en distintos medios de comunicación, el secretario de salud federal David Kershenobich confirmó este hecho durante la conferencia mañanera de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. En la actualidad ya se tiene un registro de 1.2 millones de personas fallecidas cada año debido a infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos, las más importantes son:
Por ellos los antibióticos: Solo deben utilizarse cuando sean prescritos por un profesional de la salud y siguiendo las indicaciones al pie de la letra. La resistencia bacteriana es una amenaza seria que requiere la colaboración de gobiernos mundiales, profesionales de la salud y la sociedad en general para implementar estrategias efectivas que mitiguen su impacto en la salud pública. Porque de no ser así nos enfrentaremos a una nueva pandemia invisible, silenciosa pero sobre todo más letal.