Las Barrancas-Alvarado el pueblo que el mar reclamó
En la localidad de Las Barrancas del municipio de Alvarado, se observa un escenario devastador, resultado del cambio climático, pero también de la ampliación del Puerto de Veracruz así como de la construcción de hoteles y edificios, es decir, provocado por la mano del hombre.
La erosión se aceleró de 2021 a la fecha, lo que ha provocado que decenas de habitantes tengan que abandonar sus patrimonios derivado de la desaparición de playas, hoy solo quedan restos de sus viviendas.
El señor Virgilio Hernández, que toda su vida ha habitado en esta lugar, recuerda cómo lucía antes de que la playa comenzará a desaparecer.
"Hace años había una playa muy grande, yo crecí aquí, hoy todo se ve muy distinto a como era antes, el mar sigue ganado terreno, dentro de poco ya no habrá casas aquí"
Fernando Castellanos y su familia se aferran a su patrimonio, con costales de arena intenta salvar su casa que está siendo devorada por el mar.
"Hemos tratado de parar al mar, pero contra eso no se puede, pusimos costales de arenas la casa se comenzó a hundir, pero no importa porque el mar vuelve a hacer lo suyo? cuando hay tormentas, norte, lluvias, nos asustamos, pues el mar golpea la casa y tenemos miedo de que nos lleve, pero no tenemos a donde ir, este es nuestro patrimonio".
En los últimos 15 años se han perdido cerca de 100 metros de playas y más de 30 viviendas han desaparecido.
Los habitantes se han visto obligados a implementar ciertas medidas para reducir el impacto, don Silverio trabaja en una barricada hecha con llantas para retener la marejada.
Se estima una pérdida de playa cercana a los 15 mil metros cuadrados en el litoral veracruzano.
Por lo menos 29 municipios costeros veracruzanos han perdido cierta extensión de áreas de playa derivado de los efectos del cambio climático.
La pérdida de playa no solo ha afectado a la localidad de Las Barrancas, también está alcanzado a Mata de Uva y playa Zapote, en el mismo municipio.
En cada ola que se lleva un fragmento de playa, también se desmorona un pedazo de la vida de quienes un día llamaron hogar a este lugar.
Casas destrozadas, recuerdos inundados y una comunidad desplazada es una llamada urgente a repensar la relación con el planeta, antes de que el daño sea irreparable.