En los últimos años, las bebidas energéticas se han convertido en una opción entre personas que buscan un impulso rápido de energía para enfrentar las demandas del día a día. Sin embargo, lo que muchos consumidores no consideran es el riesgo que implica el consumo excesivo de estos productos, en donde los efectos sobre la salud pueden ser fatales.
Las bebidas energizantes están cargadas de diversos ingredientes estimulantes que, en pequeñas cantidades, pueden parecer inofensivas.
Aunque no hay estadísticas específicas de muertes por el consumo de estos productos, hay datos de la Organización Mundial de la Salud que muchos casos se han generado posterior a beberlos.
La combinación de sus ingredientes, como la taurina y el guaraná, puede aumentar los efectos adversos sobre el corazón y el sistema nervioso, llegando a provocar graves alteraciones al cuerpo.
La Organización Mundial de la Salud, advierte el desarrollo de diabetes y obesidad ante el consumo de estas bebidas, y aún de mayor riesgo cuando se combinan con alcohol.
En México, alrededor del 25% de la población consume bebidas energéticas de manera regular, ubicándose en el cuarto lugar en Latinoamérica en términos de consumo, detrás de países como Perú, Brasil y Chile.
Los principales consumidores son adolescentes, en donde estos productos los ponen en riesgo de una sobrecarga extrema de cafeína con consecuencias cardiovasculares y neurológicas graves e irreversibles.
El Instituto Nacional de Salud Pública de México, señala que una botella de bebida energética (250-350 ml) contiene de 72 a 150 mg de cafeína "aunque muchas contienen de 2 a 3 porciones, lo que aumenta dicho contenido hasta a 294 mg por botella".