Además de adornar altares y tumbas en honor a los fieles difuntos, la Flor de Cempasúchil tiene propiedades por las cuales es utilizada para la elaboración de remedios.
Las antiguas creencias revelaron que la también llamada "flor de los veinte pétalos", puede ser utilizada para tratar padecimientos como bronquitis, cólicos, desparasitación, fiebre y hasta el susto.
También es recomendada para personas con afecciones hepáticas, mujeres con cólicos menstruales y baños posparto.
La Flor de Cempasúchil se debe preparar como té en la mayoría de estos remedios, aunque también se integra a bálsamos y preparados líquidos para aplicarla sobre ciertas partes del cuerpo.
Incluso algunas empresas farmacéuticas la han incorporado como colorante, debido a sus altos niveles de caroteno.
Pero la flor de muerto no nada más es utilizada para la preparación de menjurjes, ya que también puede ser encontrada en atoles, helados, cremas, curados, e incluso, en cervezas de temporada lanzadas entre los meses de octubre y noviembre.
Quienes la han probado la describen con un sabor cítrico y una combinación de azares que se mezcla con su aroma tan peculiar.
Sin embargo y pese a sus bondades, su producción en este 2020 cayó cerca de un 40 por ciento con la pandemia de covid-19.
Tanto productores, como vendedores y distribuidores de la flor, reconocen que la cosecha se vio afectada desde julio, y que el tiempo de venta, comúnmente contemplado de 15 a 20 días, podría extenderse a fin de reducir el margen de pérdidas.
Cada año, en México se producen más de 15 mil toneladas de flor de cempasúchil. Puebla, Hidalgo, Guerrero, Tlaxcala y Oaxaca son los estados que más flor producen para dar vida a la celebración de los Fieles Difuntos en México y venderla para fines comerciales.