Desde hace 35 años, los paramédicos de Cruz Ambar han brindado su servicio en Xalapa de manera voluntaria, sin un sueldo y con carencias.
Pese a las dificultades, estos elementos siguen brindando auxilio a quienes son víctimas de toda clase de accidentes, desde choques e incendios hasta situaciones de riesgo de las que aún tienen recuerdo.
Este 24 de junio, Día del Paramédico, los elementos de Cruz Ambar reconocieron que este trabajo es de servicio y vocación.
Pero sobre todo, que su mayor recompensa es saber que, como primeros respondientes, pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte.