¿Cuál es la calidad del agua que consumimos?
El agua que llega a las viviendas del país lo hace después de haber pasado por diferentes procesos de potabilización para que esta pueda ser utilizada de forma segura por los ciudadanos, pero ¿sabemos realmente cuál es la calidad del agua que se consume en México?
En el país la red de agua superficial cuenta con mil 723 sitios de los cuales menos de la mitad tienen una calificación favorable.
Indicadores de calidad de agua superficial señalan un 43.3% de calificación excelente
Fuente: CONAGUA
Se consideran al menos 8 parámetros a evaluar teniendo como resultado que en al menos mil 605 de estos no se presenta Toxicidad aguda. Especialistas señalan que a nivel local el panorama es completamente distinto.
"El 100 por ciento, podría yo decir que todos los ríos están contaminados; Un caso triste digamos, en donde la planta de tratamiento de aguas de Banderilla, pues descarga en el río y eso, desgraciadamente está permitido por la ley"
Semaforización de calidad del agua
Verde: Cumple con los 8 indicadores
Amarillo: Incumple de uno o más parámetros: E_COLI, CF, SST y OD%
Rojo: Incumplimiento de parámetros: DBO5, DQO, TOX y ENTEROC_FEC
Fuente: CONAGUA
Por otro lado se encuentran las aguas subterráneas que de acuerdo con algunas investigaciones en 2021 al menos el 36.2 por ciento de los pozos se catalogaron como contaminados o fuertemente contaminados.
"Buena parte del agua que consumimos proviene precisamente de las aguas que se extraen por bombeo o mediante pozos de bajo tierra, y que utilizamos tanto para consumo humano, para producción de alimentos, para procesos industriales, en fin para la vida"
En Veracruz, particularmente en la zona de Xalapa la situación no dista de lo señalado a nivel nacional.
"Los manantiales que tiene Xalapa, que tiene muchísimos, también se están contaminando porque la red de drenaje tiene fugas, la red de drenaje de agua residual"
"Ya le infiltraron ahí X y ya esa agua ya no tiene calidad"
El agua contaminada contribuye a la transmisión de enfermedades diarreicas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis, por lo que el cuidado de las fuentes de abastecimiento no debe tomarse a la ligera si queremos mantener una sociedad saludable.
