Cuitláhuac García Jiménez llegó a su tercer año como gobernador constitucional del estado de Veracruz, en medio de diferentes cuestionamientos, retos y dificultades.
De acuerdo a Consulta Mitofsky, García Jiménez ocupa el onceavo lugar en el ranking de gobernadores y gobernadoras con mejor aprobación ciudadana, con un 54.5 por ciento según la última actualización de esta evaluación con corte al mes de octubre.
Esto posiciona al veracruzano como el cuarto gobernador morenista mejor rankeado en todo el país, debajo de Jaime Bonilla, ahora exgobernador de Baja California (70.5%); Clauida Sheinbaum, de la Ciudad de México (60.6%). Así como de Lorena Cuéllar, gobernadora del estado de Tlaxcala (57.2).
Sin embargo y a pesar de haber igualado por tercera ocasión su mejor desempeño en el ranking, Cuitláhuac cuenta con un 42 por ciento de desacuerdo por parte de la población. Además de que un 3.5 por ciento de los veracruzanos no sabe cómo calificar su desempeño.
Y es que a la mitad del primer sexenio morenista en el estado, las acciones y logros de la presente administración se han visto afectados por promesas incumplidas, préstamos bancarios aún sin justificar, subejercicios y la devolución de una importante cantidad de recursos a la federación.
Lo anterior ha tratado de ser contrarrestado por el gobierno de Cuitláhuac García con la reducción y mejoramiento de índices en rubros como la pobreza extrema (- 2.2%), la cobertura de servicios básicos como luz y agua (+4.3%), los hechos violentos como los homicidios dolosos (-44%).
Así como los casos de feminicidio (-24.75%), los secuestros (-30.29%) y hasta la confianza en los policías estatales (+7.3%), de acuerdo a los datos revelados por las diferentes instancias federales.
El gobierno de Cuitláhuac García también ha presumido durante su último año el mejoramiento de la calificación crediticia de Veracruz, tras los últimos gobiernos que generaron una deuda acreditable en el estado superior a los 44 mil 354 millones de pesos.
No obstante, y pese a la política de austeridad y cero corrupción, el gobierno de Veracruz arrastra varios señalamientos por presuntos actos de nepotismo, opacidad y desorden administrativo.
En varios de ellos se ha señalado la presunta ausencia de responsabilidad de los titulares de las diferentes dependencias de gobierno. Además de que se ha criticado su incapacidad para hacer frente al complicado escenario causado por la pandemia de covid-19.
Y es que en términos reales, Veracruz alcanzó este año la tasa de desocupación más alta de su historia, con un valor del 6.5 por ciento. Además de que la entidad registra una recuperación económica de apenas el 14.1 por ciento, debajo del 19.6 por ciento del crecimiento promedio de la economía de los estados del país.
Aunado a ello, los privilegios hacia el estado para completar los esquemas de vacunación contra coronavirus no evitaron que más de 14 mil 601 personas perdieran la vida a causa de la enfermedad del virus SARS-CoV2, algo que ningún gobierno, incluido el de Cuitláhuac García, estaba listo para enfrentar.