El trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión relacionado con los cambios de estación, comienza y finaliza aproximadamente en la misma época cada año.
En la mayoría de los casos, los síntomas del trastorno afectivo estacional aparecen a fines de otoño o a principios del invierno y desaparecen durante los días más soleados de primavera y verano; sin embargo las personas de edad avanzada son las más afectadas.
La psicóloga Ana Mely Hernández, señala que la gente se deprime ante los problemas o situaciones de lo que vivió durante el año.
La especialista, admitió que este tipo de situaciones pueden llegar al límite, e incluso a un intento se suicidio.
Las personas con trastorno afectivo estacional, parecen tener un reloj biológico que le dice a su cerebro que en invierno nunca hay suficiente luz solar y por tanto segrega más cantidad de melatonina, una hormona producida en el cerebro que ayuda a regular el ciclo del sueño y de vigilia. Por otro lado, también se ha relacionado el trastorno afectivo estacional, con la falta de luz solar en edificios.
Muchos de estos en los que vivimos o trabajamos, no tienen fuentes de luz solar y a poca gente le gusta este tipo de luz para trabajar, es incómoda y cansa más.
Las personas con depresión estacional sienten mucho más los síntomas de este estado de ánimo cuando hay menos luz solar.
Los expertos, señalan que serotonina es un neurotransmisor que se produce en el cerebro y que está involucrado en la regulación del estado de ánimo, se sintetiza a partir del triptófano, aminoácido que incorporamos a nuestro organismo a través de nuestra alimentación.