Varias personas celebran Navidad y Año Nuevo utilizando toda clase de pirotecnia, desde las aparentemente inofensivas chispitas hasta los cohetes que retumban varios kilómetros a la redonda.
Sin embargo, y además de dañar al medio ambiente, el uso de estos artefactos explosivos afecta a las mascotas, ya que especialmente perros y gatos poseen un oído más sensible a los sonidos.
Especialistas afirman que el ruido causado por la pirotecnia puede afectar entre un 30 y 40 por ciento a los perros, en quienes se pueden generar afectaciones psíquicas.
Algunos síntomas de ataques de pánico que pueden presentar las mascotas por el sonido de la pirotecnia son: llanto, convulsiones, ladridos compulsivos, babeo excesivo, agresividad, incontinencia, así como mantener la cabeza agachada y la cola entre las patas.
Además de que en ocasiones el sonido hace que los animales huyan en busca de un lugar seguro, por lo que al no controlarse están en riesgo de salir de su hogar, perderse y sufrir algún accidente.
Aunado a ello, los estruendos pueden ser tan graves que incluso algunos animales llegan a perder la vida. No precisamente por la explosión, sino por el fuerte ruido que provocan.
Ante ello, instancias como la Secretaría de Medio Ambiente exhortan a la población a evitar el uso de pirotecnia durante las celebraciones, a fin de cuidar la salud de las mascotas, especialmente la de los "michis" y "lomitos".