En México, según el Consejo Nacional para la Prevención de la Violencia en las Escuelas, siete de cada 10 niños sufren algún tipo de violencia.
El bullying es una problemática que persiste en las instituciones educativas del estado de Veracruz, en donde no existen protocolos específicos para atender los casos y que van escalando, volviéndose una situación de riesgo para quienes enfrentan esta situación.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), más del 40% de los estudiantes sufren acoso.
Incluso este tipo de burlas se han incrementado en contra de quienes tienen una preferencia sexual distinta, o alguna discapacidad, incluso cometido por los propios maestros?
Activistas alertan que este tipo de actitudes hacia los infantes de la comunidad LGBT pueden ser fatales, pues las víctimas podrían llegar al suicidio tras sufrir los constantes señalamientos.
Hasta el momento las instituciones solo reportan datos de 2023, en donde se muestra que el 63% de las agresiones ocurrieron en escuelas primarias, mientras que el 21% se registró en secundarias.
Datos del INEGI revelan que la entidad veracruzana se encuentra entre los nueve estados con mayor incidencia de bullying en el país. ?
Y pese a que la Secretaría de Educación de Veracruz ha implementado algunas acciones para la identificación, prevención e intervención en casos de acoso escolar, maltrato infantil y actos de connotación sexual en los planteles educativos del estado, no ha sido suficiente.
Integrantes de la diversidad sexual, comentan que el impacto del bullying homofóbico y transfóbico va más allá del aula. Muchos de estos niños y adolescentes desarrollan problemas de autoestima, depresión y ansiedad, lo que puede afectar su desempeño académico y su bienestar general.