El embarazo en niñas y adolescentes es un fenómeno mundial que tiende a ser mayor entre la población con problemas económicos y de educación.
A pesar de contar con una Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), México ocupa el primer lugar en este rubro entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Embarazos en menores de edad en México:
2018: 153 mil 790
2019: 141 mil 014
2020: 93 mil 165
2021: 110 mil 801
2022: 108 mil 760
En el 17.6 por ciento de los casos de menores embarazadas en México, ambos padres son menores de edad
Aunque en el 82.4 por ciento los padres son mayores de edad, por lo que se considera que en este mismo porcentaje los embarazos son consecuencia de abuso sexual.
Veracruz ocupa el cuarto lugar a nivel nacional respecto a nacimientos en niñas y adolescentes.
La entidad veracruzana registró más de 7 mil casos en 2022, ubicándose sólo por debajo del Estado de México, Chiapas y Puebla.
Nacimientos registrados en 2022 de madres entre 10 y 17 años por entidad federativa:
Estado de México: 12 mil 337
Chiapas: 10 mil 915
Puebla: 7 mil 696
Veracruz: 7 mil 035
Jalisco: 6 mil 754
Entre las principales consecuencias del embarazo infantil y adolescente destacan:
- Muerte materna
- Deserción escolar
- Reducción de oportunidades de trabajo
- Vulnerabilidad a la pobreza
- Exclusión en ámbitos sociales
- Rechazo familiar
- Pérdida de vivencias
- Discriminación
Las entidades federativas están obligadas a conformar un Grupo Estatal para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (GEPEA).
El asunto es que este tema se ha convertido en otro problema de salud pública ignorado por diferentes dependencias de gobierno.