La estimulación temprana es aquella atención que recibe un menor durante las primeras etapas de su desarrollo, esto con el fin de desarrollar al máximo sus diversas capacidades, tanto físicas como intelectuales.
Áreas de desarrollo:
Motor grueso: Movimiento del cuerpo, piernas y brazos
Motor fino: Movimientos precisos en manos y dedos
Lenguaje: Capacidad de comunicarse y hablar
Socioafectivo: Capacidad de relacionarse con los demás
Fuente: UNAM
Además de ello la estimulación temprana también permite a los facilitadores y a los padres de familia a detectar alguna señal de alarma o posibles trastornos que presente el menor, permitiendo así una atención oportuna.
En México, existen casos como el de Valentina quien a su corta edad es un ejemplo de cómo la estimulación temprana ayuda a potenciar las capacidades de los infantes.
Coeficiente intelectual promedio en México: 86
Coeficiente intelectual promedio en el mundo: 100
Fuente: CEDAT
Si bien la estimulación temprana puede tener diversos beneficios, es importante recalcar que estos ejercicios siguen pautas de desarrollo de acuerdo a la edad del menor, por lo que no debe ser forzado a cumplir metas para los que aún no está preparado.
Forzar a los menores puede tener un impacto negativo que se refleje en problemas de aprendizaje o también con emociones negativas como irritabilidad o ansiedad.
Aunque se busque que los menores sean más capaces y sobresalientes, siempre habrá que tener presente, el hecho de que todo aprendizaje debe ser desarrollado en el momento adecuado para cada individuo.