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23 de Noviembre del 2024
Política

Iglesia arremete contra el gobierno estatal

Iglesia arremete contra el gobierno estatal

A partir del viernes 15 de febrero de 2019, empezó a circular a través de las redes sociales, un video donde el Secretario de Gobierno de Veracruz, el Ing. Eric Patrocinio Cisneros Burgos, en un acto académico, donde también estuvo presente el Gobernador, hizo algunos comentarios muy desafortunados sobre la Iglesia Católica y sobre el ministerio de los sacerdotes. El Secretario acusa a la Iglesia católica de apropiarse de algunos valores espirituales y de usar el sacramento de la confesión para las homilías dominicales. Esto es completamente falso.


La homilía dominical surge de la Palabra de Dios que se proclama en todo el mundo siguiendo el calendario litúrgico. Para un sacerdote es un delito grave revelar el secreto de confesión, se caería inmediatamente en la excomunión. El sigilo no se puede revelar, ni siquiera muerta la persona.

El comentario del secretario revela ignorancia y faltas graves de respeto a nuestra Iglesia, que jamás esperaríamos de un servidor público. La comunidad católica se siente agraviada porque en forma burda y sin ninguna necesidad, se exhibe el ministerio de los sacerdotes, acusándolos de revelar el sigilo sacramental y desacreditando su ministerio. Los valores son universales, ningún grupo ni asociación tiene la patente de los mismos. Agregamos que con este comportamiento se agrede el derecho humano de la Libertad Religiosa.

Los fracasos de la administración estatal y las torpezas a los que nos hemos referido en comunicados anteriores, son de dominio público y han creado ya una psicosis social que no se sabe quién la controlará, porque los ciudadanos no perciben una estrategia clara, proyectos de gran alcance ni eficiencia en los colaboradores gubernamentales.

TODOS TENEMOS EL DERECHO HUMANO A LA LIBERTAD RELIGIOSA. "La libertad religiosa es multidimensional. Su ejercicio requiere el respeto del fuero interno y externo de las personas, así como sus manifestaciones individuales y colectivas, públicas y privadas. Estas dimensiones incluyen la libertad de conciencia en materia religiosa; la libertad de culto, la libertad de difusión de los credos, ideas u opiniones religiosas; el derecho a la formación religiosa de los miembros de una iglesia o grupo religioso; el derecho a la educación religiosa, de los hijos, en primer lugar, pero también de la sociedad en su conjunto; el derecho a la asociación religiosa; y el derecho a la objeción de conciencia", Mensaje del presidente del Episcopado Mexicano en el Foro Interamericano de Colaboración y Diálogo Interreligioso, sobre Libertad Religiosa, del 15 de febrero de 2019.

La libertad de pensamiento, de conciencia y de religión es una implicación necesaria, un requerimiento, de la libertad humana y del sentido religioso; protege con el mismo alcance e intensidad al creyente y al no creyente; al ateo y al agnóstico; al practicante y al no practicante. La libertad religiosa, señala también el Arzobispo de Monterrey "se encuentra en el corazón mismo del planteamiento de la modernidad, ya que está relacionada con la pluralidad propia de las sociedades democráticas, lo que nos enfrenta al reto de la inclusión de todos de una manera constructiva y sustentable".

Desde este punto de vista, la laicidad del Estado es fundamental en el ejercicio de la libertad religiosa. El Estado no debe preferir determinada religión, creencia o cosmovisión en detrimento de las demás pero, al mismo tiempo, debe reconocer sus aportes a la producción de bienes públicos. En una sociedad democrática, laicidad y libertad religiosa son complementarias e igualmente necesarias.

Tanto el gobierno como la sociedad organizada deben reconocer el aporte que las distintas iglesias y grupos religiosos hacen al bien común, desde la pluralidad propia del entorno actual; las iglesias y grupos religiosos hacen un aporte indispensable e insustituible a la vida social del país y a la solución de sus problemáticas.

La tarea del Secretario de Gobierno es mantener la gobernabilidad y favorecer una convivencia pacífica entre los diferentes actores. No abona en nada polarizar a la sociedad ni enfrentar a los diferentes actores sociales; la buena gobernanza se consigue mediante el respeto, el diálogo y la colaboración.

La Iglesia Católica es institucional. Desde el ámbito de la fe tiene una vocación de servicio a los demás. Seguiremos colaborando con nuestras autoridades para promover el bien común y el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.




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