Los incendios forestales en Veracruz han afectado 163 hectáreas de áreas naturales protegidas solo en lo que va del 2023, según los datos de la Comisión Nacional Forestal, pero al cierre del 2022, arrasaron con 700 hectáreas de bosque de pino y selva en las áreas naturales protegidas del Pico de Orizaba, el Cofre de Perote, la Reserva de la Biosfera de Los Tuxtlas y el Cañón de Río Blanco.
En el primer bimestre del 2023, el cañón de Río Blanco ha sido el más afectado con siete incendios forestales que dejaron una afectación de 90 hectáreas de bosque dañadas en los municipios de Nogales y Maltrata.
El parque nacional del Cofre de Perote registró cuatro incendios de 14 hectáreas afectadas de bosque de pino y encino en siniestros provocados por fogatas en los municipios de Ixhuacán de los Reyes, Perote y Ayahualulco.
El área natural protegida del Pico de Orizaba ha sido afectada con 56 hectáreas de bosque arrasado por un fuego originado por cazadores en el municipio de Calcahualco.
Además del lado de Puebla, en el municipio de Atzitzintla se registró otro incendio que afectó más de 250 hectáreas del Pico de Orizaba.
De acuerdo al registro de la Conafor, los incendios registrados fueron provocados por quemas agrícolas mal controladas, fogatas, quema en basureros, fumadores, pero también actividades ilícitas como la tala.
Según la Conafor, al cierre del 2022, se registraron más de 80 incendios forestales en áreas naturales protegidas con una afectación de más de 700 hectáreas.