En el país hay 3.7 millones de niñas, niños y adolescentes trabajando, la mayoría de ellos en ocupaciones no permitidas o en quehaceres domésticos en condiciones inadecuadas dentro de su propio hogar. Este dato representa un crecimiento de 14.1% respecto de la última medición del INEGI en 2023.
Este grupo vulnerable, aumentó en medio millón de personas, esto implica que 13.1% menores de edad tienen alguna ocupación, en donde el campo, la construcción, el comercio y servicios, son de las principales actividades que realizan.
Para Jair la vida no ha sido fácil, pues ha tenido que trabajar desde los 6 años en la calle, limpiando parabrisas, lavando autos o haciendo compras a cambio de unas monedas, ello para ayudar en casa.
El Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINA) en Xalapa, señala que la entidad veracruzana es una de las que más se ha detectado que en algunas temporadas como diciembre o verano arriban familias enteras a trabajar en las calles. Sin embargo, existen diversas barreras que evitan que se pueda actuar, pues los menores llegan acompañados por sus padres que ven el trabajo como una acción normal.
Ante ello SIPINA solo realiza supervisiones, en donde hasta el momento no se han detectado en el territorio veracruzano alguna red de explotación infantil.
Aproximadamente 318 mil personas de 5 a 17 años trabaja en un empleo no adecuado y también realiza quehaceres domésticos peligrosos para su edad o durante mucho tiempo.