Cualquiera que vea estos marcos y artesanías de vidrio pensaría que su creador o creadora es una persona con visión perfecta que no deja pasar un solo detalle.
Aunque en realidad son producto del esfuerzo de un grupo conformado por discapacitados visuales como Javier y Carlos.
Javier es ciego de nacimiento. Creció en el estado de Puebla y durante su juventud se dedicó a vender dulces y rellenar baches en caminos de terracería.
Su vida cambió en 2013, cuando le brindaron la oportunidad de estudiar y desarrollar sus habilidades en un centro de atención múltiple en Xalapa.
Hoy, además de trabajar, cursa la universidad.
A sus treinta años, el joven se gana la vida cortando y pegando el vidrio que adorna esferas, marcos, espejos, letras y hasta centros de mesa junto a compañeros como Carlos, quien a pesar de sufrir la misma discapacidad ha sabido superarse en la vida mediante el trabajo honrado.
Tanto Carlos como Javier forman parte de la fundación Xalapa y Arte con Capacidades Diferentes, la cual desde hace 15 años brinda oportunidades laborales a personas con alguna discapacidad.
La intención de compartir su historia es motivar a que más personas con condiciones similares a la suya se animen y superen cualquier adversidad para seguir adelante.