Los jóvenes representan el 30 por ciento de la población en México. Son el presente y el futuro de un país complejo en el que las oportunidades educativas y laborales se reducen por múltiples factores.
La informalidad, los bajos salarios y, sobre todo, la falta de oportunidades de desarrollo profesional son solo algunos de los retos que la juventud mexicana debe enfrentar.
Los jóvenes mexicanos se encuentran mayormente empleados en sectores de servicios y comercio.
Principales sectores laborales de los jóvenes
- Servicios
- Comercio minorista
- Hotelería
- Turismo
- Construcción
- Plataformas digitales
- Industrias manufactureras
Estas actividades suelen caracterizarse por su inestabilidad laboral, la falta de seguridad social y salarios que no siempre alcanzan para cubrir las necesidades básicas.
En contraste, un número significativo de jóvenes también participa en la economía informal, donde las condiciones laborales son aún más precarias.
Los empleos temporales y de medio tiempo son comunes, lo que dificulta la adquisición de experiencia y estabilidad para futuros empleos más formales y mejor remunerados.
El gobierno federal ha implementado diversas políticas y programas sociales dirigidos a mejorar las condiciones laborales de los jóvenes.
Uno de los más destacados es el programa ?Jóvenes Construyendo el Futuro?, que vincula a jóvenes entre 18 y 29 años con empresas, talleres o instituciones para recibir capacitación laboral.
Este programa ha beneficiado a más de 2 millones de jóvenes desde su creación en 2019.
Sin embargo y aunque representa una oportunidad de aprendizaje, la transición a un empleo formal sigue siendo desafiante.
Además de que el programa social ha sido criticado por múltiples irregularidades y casos de corrupción.