De acuerdo a un trabajo realizado por el medio El País, la central nucleoeléctrica de Laguna Verde presentó una situación de riesgo naranja, un nivel antes de alcanzar el nivel rojo que implica una alerta máxima, este caso, ocurrió el pasado 3 de septiembre.
Dicho medio señaló que en un informe de la Comisión Federal de Electricidad, se identifican deficiencias en el "desempeño humano", la "sana cultura de seguridad nuclear", y de "aspectos programáticos u organizacionales", durante los procesos de recarga de combustible.
Laguna Verde alberga dos reactores para la generación de energía eléctrica, y cuenta con un monitoreo de peligro de derretimiento del núcleo o componentes desconectados, durante su funcionamiento y las recargas de combustible de la misma.
Durante el mes de agosto se inició con la recarga y remplazo de varillas de uranio, proceso que tiene una duración de alrededor de un mes, y que al inicio del mismo el riesgo se encontraba en color verde, lo que significa que los sistemas de la planta trabajan de manera correcta.
El reporte consultado por dicho medio, señala que se realizó el cambio de 4 de los 15 mecanismos impulsores de las barras de control, esto mientras las compuertas de protección se encontraban instaladas, y las cuales fueron retiradas al día siguiente.
Días más tarde y fuera de la programación de mantenimiento, cuando los sistemas de seguridad se encontraban deshabilitados, se continuó con los trabajos y se realizó el cambio de ocho mecanismos más, lo que mantuvo por 13 horas en alerta naranja a la planta.
Esta acción representó la exposición al peligro de drenado, que podría implicar la evaporación de las barras de uranio, caso similar al acontecido en Fukushima, Japón en 2011; dicho derretimiento puede generar desde la evaporación de gases radioactivos hasta incendios que pudiesen representar un riesgo de explosiones en la planta.