Hasta el 31 de octubre de 2024, el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez acumuló 6 mil 281 homicidios dolosos.
La cifra no puede compararse con los homicidios registrados durante el mandato de Miguel Ángel Yunes Linares, el cual únicamente fue de dos años (del 1 de diciembre de 2016 al 30 de noviembre de 2018).
Mucho menos con el de Flavino Ríos Alvarado, quien sólo fungió como gobernador interino durante 49 días (del 12 de octubre y el 30 de noviembre de 2016).
Aunque sí se puede poner en perspectiva junto a los casi 5 mil homicidios dolosos ocurridos durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa (del 1 de diciembre de 2010 al 12 de octubre de 2016).
Así como los cerca de 3 mil asesinatos registrados durante el sexenio de Fidel Herrera Beltrán (del 1 de diciembre de 2004 al 30 de noviembre de 2010), gobernador al que se atribuye un antes y un después de la violencia en Veracruz.
A pesar de presumir que los índices de este delito disminuyeron alrededor del 44 por ciento durante los seis años de su administración, Cuitláhuac García dejará un estado con una tasa de ocho asesinatos por cada cien mil habitantes.
Pero aunque la seguridad haya mejorado, las cifras oficiales distan de la realidad y la percepción de los veracruzanos, quienes hasta en un 81 por ciento siguen considerando que la entidad es insegura.