Más de un millón de estadounidenses viven en México
En los últimos años, México ha visto un creciente número de ciudadanos estadounidenses que eligen el país como su nuevo hogar.
Diversas razones, como la proximidad geográfica y el costo de vida más accesible, han llevado a cientos de miles de estadounidenses a mudarse de forma temporal o permanente. Este fenómeno está transformando la demografía de México y tiene implicaciones tanto para los migrantes como para las comunidades locales.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 residían aproximadamente 797 mil 266 estadounidenses en México. Sin embargo, las cifras más recientes indican un aumento considerable. El Departamento de Estado de los Estados Unidos estima que, para 2022, alrededor de un millón 600 mil estadounidenses vivían en México, lo que refleja una clara tendencia al alza.
Este aumento también se refleja en el número de solicitudes de visas de residencia. Entre 2019 y 2022, las solicitudes de visas para estadounidenses crecieron un 70%, pasando de alrededor de 17 mil 800 a más de 30 mil. Este fenómeno no solo incluye a jubilados que buscan un retiro más económico, sino también a trabajadores remotos y familias que ven en México una oportunidad para mejorar su calidad de vida.
Uno de los principales atractivos de México para los estadounidenses es el costo de vida más bajo. Ciudades como la Ciudad de México, Guadalajara y Mérida se han convertido en destinos populares para aquellos que buscan opciones económicas en comparación con las grandes urbes de Estados Unidos.
Además, el auge del trabajo remoto, acelerado por la pandemia, ha permitido a profesionales vivir en México mientras mantienen empleos en empresas estadounidenses, lo que ha facilitado aún más la migración.
A pesar de que muchos estadounidenses en México cuentan con visas de residencia, una parte considerable vive en el país sin regularizar su situación migratoria. Se estima que aproximadamente un millón de estadounidenses residen en México de forma irregular, un fenómeno que ha crecido un 37.8% desde 2015.
El gobierno mexicano ha implementado medidas para facilitar los trámites de visa, especialmente para jubilados y personas con ingresos estables, lo que ha incentivado a muchos a regularizar su estancia.
La llegada de tantos estadounidenses ha generado tanto efectos positivos como desafíos para México. En áreas populares entre los extranjeros, como la colonia Condesa en la Ciudad de México o las playas de Tulum, se ha observado un aumento en los costos de vivienda y servicios, lo que ha impactado a las comunidades locales.
A pesar de esto, la migración también ha impulsado el intercambio cultural y económico, fortaleciendo la relación binacional. Negocios, restaurantes y comunidades han surgido para atender a esta población creciente, creando nuevas oportunidades económicas.
Este fenómeno de la migración estadounidense hacia México parece estar en ascenso y refleja cómo las dinámicas globales y económicas influyen en las decisiones de vida de las personas. México ha logrado posicionarse como un destino atractivo para quienes buscan una vida más accesible y enriquecedora, y esta tendencia podría continuar en los próximos años.