La automedicación es una práctica común que en ocasiones lleva a las personas a pasar por alto la caducidad o incluso la procedencia de los fármacos que está ingiriendo, sin saber lo que estos pueden o no hacer en su cuerpo.
En el caso de los medicamentos caducos que siguen a la venta después de su vigencia, la posibilidad más alta es que el compuesto activo, pierda su efectividad y no genere los efectos deseados por el paciente.
Por otro lado los medicamentos piratas, representan un peligro latente para la salud pública, ya que en lugar de generar una mejora a quien lo toma, esta puede provocar daños en la misma.
Indicadores para detectar medicamentos piratas:
Componentes distintos al medicamento habitual
Contiene otras propiedades o efectos secundarios
Tamaño, forma y sabor diferentes
Etiquetado incorrecto o sin etiquetar
Sin caducidad o no especificada
No contiene indicaciones sobre su conservación
Embalaje mal hecho
Faltas de ortografía, errores gramaticales en empaquetado
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La piratería en los medicamentos puede presentarse desde una falsificación directa o un etiquetado erróneo, hasta contener dosis excesivas, insuficientes o nulas del principio activo y en algunos casos se han encontrado mercurio, arsénico, raticida y cemento.
Los especialistas señalan que para evitar consumir alguno de estos productos falsificados lo ideal es acudir con un médico certificado, así como adquirir las medicinas en farmacias y comercios establecidos.
De acuerdo con la Interpol, para garantizar la originalidad y eficacia de un medicamento, se deben cumplir las seis "pes" (6P):
Sugerencias de compra:
Plaza: Consultar lista de dispensarios autorizados
Prescripción: Comprar medicamentos prescritos por un profesional de la salud
Promesas: Desconfiar de promesas irreales
Precio: Si el medicamento es mucho más barato, es probable que sea falso
Privacidad: Descartar vínculos entre el comercio y la venta de productos falsos
Producto: Comprar fármacos recetados habitualmente
Fuente: www.interpol.int
El buscar ahorrar algunos pesos en lugar de garantizar la eficiencia y los beneficios a la salud, pueden ser decisiones que a futuro pueden ser contraproducentes y más cuando se opta por consumir medicamentos ineficaces.