La Secretaría de Salud, hace un llamado a padres y madres de familia vigilar que el lenguaje y expresión de sus hijos corresponda a sus emociones, más aún, durante la pandemia por COVID-19, pues de lo contrario podrían padecer algún trastorno del espectro autista, como el síndrome de Asperger.
El director del Instituto Veracruzano de Salud mental Víctor Manuel Villanueva Hernández, exhortó a los padres de familia poner atención al comportamiento de sus hijos cuando hablen o realicen alguna actividad; como señales de este padecimiento prefieren permanecer en silencio, buscar siempre la soledad, querer interactuar, pero no saber cómo hacerlo y evitar el contacto visual.
Los Servicios de Salud de Veracruz (SESVER) cuentan con consulta especializada de paidosiquiatría y neurología pediátrica; que, dentro del plan de diagnóstico, el médico analiza y descarta problemas auditivos, además de situaciones que evidencien problemas emocionales en el paciente.
El tratamiento integral abarca además atención psicológica, de psiquiatría, pedagogía y nutrición.
Villanueva Hernández señaló que en lo que va del año, el Instituto Veracruzano de Salud Mental solo ha ingresado un adulto con diagnóstico de autismo severo.
Recordó que antes de la pandemia por COVID-19 los docentes solían identificar a los pequeños con este síndrome; sin embargo, ahora los padres conviven más tiempo con sus hijos y pueden vigilar la manera en que comunican sus emociones.
El síndrome de Asperger fue incluido en el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales como un autismo leve o autismo no clásico, siendo más común en los niños que en las niñas.
El promedio de edad de diagnóstico es a los dos años, cuando la mayoría de los niños comienzan a hablar.
Las tasas de incidencia conforme a estudios a nivel mundial alertan del aumento de casos, entre 1 y 8 por cada 10 mil habitantes, y aunque sus causas no han sido bien definidas, una de ellas es el componente genético, debido a que, quienes lo padecen tienen algún familiar con esta condición.