El sacerdote Álvaro Fernández Ávila murió la noche del lunes 20 de julio de 2020, a la edad de 87 años.
El "Padre Alvarito", como le decían de cariño, era muy conocido y querido entre la comunidad de la iglesia católica de Veracruz.
La Arquidiócesis de Xalapa lo describe como un sacerdote ejemplar, ya que fue en la capital del estado donde se desempeñó como párroco de la Iglesia de San José y de San Juan Evangelista.
Aunque principalmente destacó por haber sido uno de los pocos exorcistas de la iglesia católica en el estado.
El Padre Alvarito nació en el municipio de Naolinco el 19 de febrero de 1933. Y fue ordenado sacerdote el 28 de noviembre de 1964 en la ciudad de Xalapa.
A lo largo de 56 años de vida sacerdotal, fue miembro de la diócesis de Tuxpan donde fungió como profesor en el seminario y desempeñó varios servicios.
Además de haber sido párroco de la Iglesia de San José y de San Juan Evangelista de Xalapa, fue nombrado Vicario Parroquial de la Catedral el 25 de enero de 1999. Ese mismo año recibió el nombramiento de Exorcista.
Hacia el final de su carrera, el Padre Alvarito recibió el nombramiento de Capellán de la comunidad de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción del Sanatorio San Francisco.
La iglesia lamentó su partida a través de un comunicado en el que aseguró que siempre será recordado por su sencillez, carisma y vocación de servicio.