Comerciantes que se ubican a unos metros del elevador de Plaza Américas donde falleció un menor el pasado martes, negaron que los niños acudieran a la zona a pedir limosna o vender dulces.
Y es que aunque en redes sociales se manejó la versión de que acudían regularmente y llevados por sus padres a la zona a trabajar, de forma anónima, afirmaron que jamás los vieron en el lugar hasta el día del accidente.
Explicaron que en la zona, todos los que piden limosna o venden dulces son adultos.