El 72 por ciento de la población adulta de México considera que la Policía de Tránsito es la más corrupta del país, seguida de los Jueces (64.6%), la Policía Preventiva Municipal (62.4), la Policía Estatal (60.7%) y el Ministerio Público y Fiscalías Estatales (60.2%).
El gobierno federal morenista encabezado por Andrés Manuel López Obrador impulsó el combate a la corrupción sin haber convencido plenamente a la población.
Y es que la percepción de corrupción en instituciones como la Fiscalía General de la República y la Policía Ministerial (54.9), Judicial o de Investigación (54.8) también rebasa el 50 por ciento.
Sólo la Guardia Nacional (30.6), el Ejército (25.5) y la Marina (19.8) presentan niveles de corrupción inferiores al 30 por ciento.
Pero la percepción de corrupción en estas autoridades también está ligada a la percepción de confianza ciudadana.
Basta con revisar los indicadores que colocan a la Policía de Tránsito (48.5%), la Policía Preventiva Municipal (58.3%), el Ministerio Público y Fiscalías Estatales (59.7%), los Jueces (60.5%) y la Policía Estatal (61.5%) entre las instancias con los porcentajes de confianza más bajos.
A pesar de ello, el sexenio anterior presumió haber alcanzado niveles históricos de confianza y efectividad, retos que deberá superar la administración que ahora encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum.