El deporte en Veracruz se ve amenazado con los recortes presupuestales de la Federación, instancia que hasta 2019 mantenía vetada a la entidad tras los escándalos de corrupción y la deuda superior a los mil 200 millones de pesos generada por la realización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014.
Desde entonces, Veracruz se quedó sin la posibilidad de albergar eventos deportivos de relevancia. Además de que el reclamo por el incumplimiento en el pago de becas creció,
Todavía en septiembre del año en curso, entrenadores y atletas paralímpicos protestaron en Veracruz por la falta del recurso proveniente del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento.
Ello, a pesar de que en los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Lima 2019, 25 atletas veracruzanos obtuvieron 30 medallas para México: 5 de oro, 2 de plata y 5 de bronce en deporte convencional.
Así como 12 de oro, una de plata y 5 de bronce en el deporte adaptado, lo que representó el 15 del total de medallas obtenidas en la justa por la delegación mexicana.
Con la extinción del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento, el cual forma parte de los 109 fideicomisos desaparecidos por la Federación, los deportistas veracruzanos ven amenazado su futuro.
Y es que desde 2019, al menos 10 deportistas de alto rendimiento abandonaron la entidad ante la falta de apoyo para continuar con su preparación, hecho que fue reconocido por el propio Instituto Veracruzano del Deporte.
El apoyo mensual que recibe un deportista de alto rendimiento en Veracruz es de aproximadamente 2 mil 500 pesos mensuales.
Sin embargo, los actos de corrupción han propiciado el rezago en la entrega de los recursos, mismos que han sido malversados desde el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, cuando se compró que su extesorero Tarek Abdalá, desvío 4 millones 775 mil pesos destinados para la realización de los Juegos Centroamericanos, entre otros escándalos.